A 50 años…

Osiel Núñez Quevedo
Presidente Federación de Estudiantes UTE / FEUT/ 1973

La Universidad Técnica del Estado pagó un alto precio durante la dictadura.

Ochenta y ocho miembros de su comunidad fueron asesinados. La inmensa mayoría de ellos estudiantes. De manera simbólica, la USACH, en iniciativa con la Corporación Solidaria UTE-USACH les confirió, en una emotiva y hermosa ceremonia, sus títulos universitarios de manera póstuma.

Que para nosotros sería difícil lo supimos desde el principio.

La Escuela de Artes y Oficios (EAO) estuvo bajo fuego de francotiradores durante toda la noche del día 11/9/73. En la madrugada del día 12, dos unidades del ejército, pertenecientes a regimientos de La Serena y de Quillota atacaron la Casa Central. El nivel de destrucción en que quedó, da cuenta de la criminalidad de los atacantes, que hasta utilizaron dos cañones en contra de ella. En su interior permanecíamos unas 100 personas. Después atacarían la EAO. Desarmados como estábamos, no ofrecimos resistencia y encañonados por armas de guerra fuimos hechos prisioneros. En ese ataque sin oponentes, perdió la vida nuestro querido Hugo Araya, camarógrafo de la UTE y a Marianela, estudiante de ingeniería, una bala le arrancó parte de su mandíbula y otras le hiere la espalda. Los cerca de mil ocupantes de la Universidad fuimos obligados a permanecer tendidos en los patios interiores y calles aledañas, para luego ser conducidos al campo de prisioneros del Estadio Chile, como sus primeros ocupantes. Ese lugar se torturó y asesinó a muchos prisioneros, entre ellos a Víctor Jara, detenido también en la UTE y que se transformara en un símbolo universal por lo cruel de su asesinato y la belleza de su creación, plena de amor y consecuencia. Desde el Estadio Chile dan una salida falsa de libertad a Gregorio Mimica, estudiante de Ingeniería Mecánica y presidente del Centro de Alumnos de Ingeniería de Ejecución. Vuelto a detener, la patrulla militar le conduce a la UTE y le entrega al Mayor de Ejército Moren Brito, quien, junto a todos sus oficiales, le interroga, amarrado a una silla, en una sala de la EAO. Terminan asesinándole con 9 disparos de fusiles y después su cuerpo lo queman, parcialmente, en un horno de metalurgia. Nuestro Gregorio tenía 22 años…

Como UTE estuvimos en muchos campos de prisioneros, en la Cárcel Pública, la Penitenciaría. Sufrimos tortura y vejámenes.
Nuestro rector, don Enrique, en Isla Dawson y luego en la cárcel y el exilio.
Con un interventor militar, a la UTE se le despoja de sus sedes del país y luego se le quitará hasta el nombre…

¿Por qué el ensañamiento con la UTE?

Nuestra Universidad había llevado adelante un proceso de Reforma Universitaria muy profunda.
En el nuevo Estatuto Orgánico, generado por la Reforma y aprobado por el presidente Allende, establecía, en su primer artículo, su compromiso con el cambio social.
“La Universidad Técnica del Estado es una comunidad democrática y autónoma de trabajo creador destinada a conservar y desarrollar los bienes del saber y de la cultura por intermedio de la investigación científica y tecnológica, la creación artística, la docencia superior y la extensión. En el cumplimiento de estas funciones la Universidad debe contribuir a crear una conciencia crítica y una decisión de cambios para construir una nueva sociedad. Artículo 2°.- “….. La Universidad Técnica del Estado debe propender al estudio, difusión y solución de los problemas nacionales, a fin de contribuir a la conquista de la total y plena independencia del país”. (Lo subrayados son míos)
Cabe señalar que estos conceptos habían madurado en la UTE antes del triunfo del Gobierno de Allende. Con antelación a Allende, la UTE había elegido democráticamente al Rector Kirberg, con voto universal ponderado, de todos los estamentos universitarios, había establecido un nuevo sistema de ingreso a la universidad, con arancel diferenciado de matrículas y comenzado a ampliar el número de sus estudiantes.
El triunfo de Allende significó, junto con la aprobación del Nuevo Estatuto Orgánico, el establecimiento de un nuevo presupuesto universitario que proporcionó la base material para crecer de 12 mil a 32 mil estudiantes, crear los Institutos Tecnológicos, aplicar un vasto plan de becas que complementaba la educación gratuita de los jóvenes provenientes de hogares humildes. Dar vida al Convenio CUT-UTE que posibilitó el ingreso de trabajadores a la educación superior, implementar un plan nacional de extensión llevando el arte, a través de sus mejores exponentes, a sectores populares normalmente marginados de su beneficio y gozo.
La UTE celebró, en particular, la nacionalización de las riquezas básicas y contribuyó decisivamente en la superación de algunos de los problemas que se presentaron a raíz del bloqueo tecnológico al que fuimos sometidos como país. Los trabajos voluntarios que llevó adelante la FEUT movilizaba a miles de estudiantes y también contribuyeron en la batalla de la producción en los centros mineros y campos del país. Éramos una universidad comprometida con una nueva sociedad, buena para todos. Soñábamos con un país soberano, dueño de sus riquezas naturales, como base del progreso de todos.
Por eso la toma de los campus de la UTE el día 11, convocados por la FEUT. Por eso la disposición a dar nuestras vidas por el gobierno popular y sus transformaciones. Como ha quedado demostrado después de la desclasificación de los documentos secretos de la CIA, el golpe de Estado en Chile no fue consecuencia de errores cometidos por el gobierno popular, sino, por sus realizaciones.

Los horrores vividos en los años de la dictadura no se pueden repetir. El respeto del ser humano debe ser absoluto. Nunca más los asesinatos de opositores, nunca más las torturas, los detenidos desaparecidos. Las Fuerzas Armadas no pueden ser los guardianes de intereses foráneos y verdugos de su propio pueblo. El respeto de la soberanía popular es la base de la democracia. Nunca más debe ser pisoteada.

Pasado ya 50 años, al movimiento estudiantil de hoy lo sentimos heredero de la FEUT y a la USACH, la sentimos como propia, a pesar de las grandes diferencias que existen con la UTE, por estar inscritas en diferentes momentos históricos y sociales. No obstante, si el ADN existe en las personas, determinando elementos claves del ser, las instituciones también deben tener ese ADN cultural, capaz de expresarse, en diferentes condiciones y traspasar generaciones. Que así lo sean la UTE y la USACH.