Vicerrector Sergio González asegura que los celulares se han convertido en un elemento de control

  • En una entrevista al programa de UCV TV “Esto es Noticia”, el psicólogo y vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Sergio González, explicó que los teléfonos móviles han generado una dependencia significativa en Chile y que permiten no sólo estar permanente conectados, sino que además atenuar la ansiedad de las personas.

 

 

Un reciente estudio de la empresa de investigación de mercado y opinión pública Adimark arrojó que un 64% de los encuestados admitió que el celular es su artículo tecnológico más importante, por sobre su computador o televisor.

En relación a estos resultados, el psicólogo y vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago, Dr. Sergio González, explicó en una entrevista al programa “Esto es Noticia” de UCV TV que “uno es dependiente de estos aparatos porque hoy el teléfono celular es igual a un computador. Son instrumentos de trabajo, dispositivos que además permiten tener una sensación de control sobre la cotidianidad en la vida laboral y personal”.

El vicerrector explicó que los teléfonos móviles son verdaderas “prótesis tecnológicas que necesitamos, y al asegurarnos una sensación de control y seguridad, nos permite superar la ansiedad o cierta angustia que nos provoca el simple hecho de no estar conectados”.

La investigación de Adimark demostró también que las mujeres dependen más del teléfono móvil (76%) que los hombres (53%). Además, un 55% de los encuestados preferiría que se le queden en la casa las llaves antes que su Smartphone y un 31% de la muestra prefiere olvidar la billetera antes que el celular.

El psicólogo afirmó que Chile es uno de los países con mayores niveles de hiperconectividad. “Somos aproximadamente 17 millones de habitantes y tenemos 24 millones de celulares, esa es una cifra que refleja claramente la dependencia de la población con uno de estos aparatos”, dijo.

Con respecto a la mayor dependencia que exhiben las mujeres, el vicerrector indicó que “este grupo ha entrado en el mundo del trabajo productivo en los últimos 30 años y ahora tienen que cumplir diferentes roles y necesitan de alguna manera dominar lo que sucede en un espacio que para ellas es muy necesario, como es el control de la familia y del hogar. Por lo mismo, esto facilita un manejo a la distancia, por ejemplo, sobre los hijos o logra una supervisión de lo que está sucediendo en la casa”.

En cuanto a si esta costumbre afecta al rendimiento laboral, el Dr. González manifestó que se debe tomar en cuenta a estos aparatos como un instrumento de trabajo, pero también es un elemento que interrumpe el normal desempeño de un trabajador o estudiante en una sala de clase. Por lo mismo, expresó que esto último se debe abordar por medio de dos estrategias: la coerción o la incorporación.

“En la Universidad de Santiago sabemos que en una sala de clases una parte importante de nuestros estudiantes están conectados a WhatsApp o a internet. Entonces, en el caso del aula hay dos estrategias: La primera es que quien imparte la clase tenga una actitud coercitiva frente a dicha situación. La otra es sumarse, es decir, cuando se está hablando de algún autor o de un concepto se les pide que lo busquen directamente, de esa forma los académicos se incorporan en vez de oponerse a algo que es ya es común”, manifestó.