Dra. Carmen Norambuena Carrasco

Sostienen que aumento de inmigración haitiana obliga a Chile a avanzar en políticas de acogida

La directora del Centro de Estudios Migratorios de nuestra Universidad, afirma que el gran número de personas provenientes de ese país, que a julio de 2017 ya igualaron la cantidad de migrantes registrados durante todo el año pasado, hace urgente la actualización de la ley migratoria. En ese sentido, la investigadora enfatiza que uno de los aspectos más importantes de dicha modernización es definir compromisos gubernamentales para asegurar a extranjeros el derecho a un hogar, salud y educación.
“No hay una preocupación real por parte del Estado, y se ha dejado todo en manos de las municipalidades, que son las únicas entidades que, efectivamente, han asumido este tema e incluso, con los escasos recursos y personal con que cuentan, han debido afrontar la migración”

Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI), entre el 1 de enero y el 26 de julio han llegado 44 mil 289 haitianos a Chile. Es decir que, a falta de cinco meses para que termine este 2017, la cantidad de personas proveniente de ese país igualó la cifra de toda la inmigración haitiana durante 2016 (43.898 personas).

Para la directora del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Carmen Norambuena, esto hace aún más urgente la actualización de la ley migratoria, ya que la actual data de 1975. Por lo tanto, no responde adecuadamente a la nueva realidad que vive nuestro país en torno a este tema.

“No tenemos una normativa adecuada de recepción e instalación de estos migrantes, y el problema se va agravando”, afirma la académica quien reitera que urge una definición gubernamental que contemple como una obligación dentro de las políticas migratorias, el dar hogar a los migrantes y hacerlos parte tanto de programas de salud como de educación.

“Chile, particularmente, deben tomar conciencia que cualquier país de  acogida debe contar con  normas  claras,  antes de que la avalancha se transforme en un problema inmanejable”, advierte.

La Dra. Norambuena explica que uno de los problemas más graves que sufre la población haitiana en nuestro país es que muchos, a pesar de tener estudios, se ven impedidos de desempeñar su profesión debido, en gran parte, a la barrera idiomática o a la falta de legislación para realizar las  consabidas equivalencias de  estudios.

Según la Organización de Profesionales Haitianos en Chile, un 30% de los migrantes en el país tiene título universitario. Sin embargo, para ejercer sus carreras, deben solicitar una validación de estudios a través de la Universidad de Chile. Recién en marzo de este año, la Presidenta firmó un convenio de reconocimiento de estudios con Haití, pero solo para acreditar la enseñanza media.

 

Nueva política migratoria

 

Aunque la Dra. Norambuena  reconoce que no todo se resolverá con la actualización de la norma migratoria, enfatiza que la llegada abrumadora de personas provenientes de Haití, hará presión para que este tema se reactive y el proyecto de nueva ley migratoria se envíe por fin al Congreso.

“No hay una preocupación real por parte del Estado, y se ha dejado todo en manos de las municipalidades, que son las únicas entidades que, efectivamente, han asumido  este tema e incluso, con los escasos recursos y personal con que cuentan, han debido afrontar la migración”, enfatiza.

Finalmente, la especialista destaca la labor de otras instituciones de la sociedad civil, organismos no gubernamentales e, incluso, universidades para afrontar la problemática, pero subraya que no es suficiente si los esfuerzos no se coordinan a través de una política de Estado.

“Europa tiene graves problemas con la cantidad de migrantes que están llegando desde Siria o desde el norte de África. Nosotros debemos tomar eso como una alerta, pues nuestros países también deben estar preparados para este tránsito de migrantes que, con la globalización, se va a ir intensificando cada vez más”, concluye.

Autor: 
Cristóbal Miranda Ríos