Promueven compatibilizar la relación entre la lactancia materna y el trabajo

  • Para la matrona y académica de la Escuela de Obstetricia de nuestra Universidad, Mónica Erlbaun, es fundamental concientizar a la población respecto de la importancia de compatibilizar la lactancia materna con el trabajo. Su llamado lo realiza en el contexto de las actividades mundiales -de agosto- destinadas a promover la lactancia materna, reforzando la relación alimentaria y afectiva de la madre con sus hijos e hijas. El lema de este año es “Lactancia Materna y Trabajo: Logremos que esto sea posible”. En Chile, en 2011, se promulgó la Ley N°20.545, destinada a potenciar el apego y permitir un mejor desarrollo del infante.

 



Con el lema “Lactancia Materna y Trabajo: Logremos que esto sea posible”, nuestro país se suma a la celebración mundial de la lactancia materna y con resultados positivos gracias a la Ley N°20.545, promulgada en Chile en 2011, destinada a potenciar el apego y permitir un mejor desarrollo del infante.

Este cuerpo legal, conocido como Ley de Pre y Postnatal, ha permitido que la prevalencia de la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes alcanzara un 56 por ciento, doce puntos más que antes de que se promulgara la normativa.

Y aunque hubo un incremento con relación a años anteriores, lo cierto es que aún estamos lejos de países desarrollados, en donde la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses supera el 80 por ciento.

La matrona y académica de nuestra Universidad, Mónica Erlbaun, experta en el tema,  enfatiza que la prolongación del postnatal ha permitido que, por lo menos, las madres puedan dar pecho de manera exclusiva hasta los seis meses de nacida su guagua, aunque “aún faltan políticas de salud para la protección de la lactancia, como existen en otros países, que permitan fomentar la lactancia a través, por ejemplo, de un periodo de postnatal más prolongado como sucede en Inglaterra que es de 9 meses, mientras que Suecia se extiende por 16”.

La matrona asegura que no basta con extender el postnatal, sino que también es necesario entregar a la madre la tranquilidad de poder compatibilizar la maternidad con el trabajo.

“Muchas mujeres se sienten intranquilas durante su periodo de postnatal, sobre todo en el mundo actual, que es tan competitivo. Ya que además de dar pecho la mujer tiene muchos otros roles que la sociedad no perdona, ni olvida”, enfatiza.

A juicio de la académica, para que la lactancia sea un periodo placentero para la mujer, es necesario que los profesionales de la salud sean capaces de informarle a la madre los reales beneficios de dar pecho.

Expresa que “los recién nacidos y lactantes que se alimentan con leche materna contraen menos enfermedades y están mejor nutridos. Se ha comprobado, a través de investigaciones, que son niños que tienen un mejor desarrollo psicosocial. La madre logra recuperar más rápido su peso normal y, también, se dice que disminuye la incidencia del cáncer mamario”.

Para reforzar esta labor de apoyo a las madres que dan pecho, Mónica Erlbaun, señala que en la actualidad existen grupos que promueven la lactancia materna.

“Estos grupos brindan apoyo emocional a las madres, dándoles confianza en su habilidad para amamantar, lo que le ayuda a fortalecer sus capacidades maternales. La labor que realizan es una labor voluntaria y gratuita. De hecho, algunos estudiantes de Obstetricia iniciarán pronto una capacitación para ser monitores de este grupo”, expresa.

Lactancia y Apego

Además de las ventajas físicas, también es sabido que la lactancia materna favorece el apego ya que significa un momento íntimo, de comunicación y unión entre la madre y su hijo o hija. Es un momento que contribuye a crear  lazos afectivos, lo que se relaciona con la mayor duración y calidad en lactancia materna.

“Esto no significa que el apego sea exclusivo para quienes dan pecho. Si bien la lactancia es parte importante, las madres que no puedan amamantar pueden generar este vínculo a través del contacto amoroso piel con piel. También, pueden hacerlo cantándoles una canción y a través de las miradas y caricias. Así nuestros hijos podrán sentirse contenidos por los brazos maternos y nosotras, como madres, sentir que nuestros hijos se desarrollan sanos y queridos”, concluye.