Perú tiene la palabra en el tema de la mediterraneidad boliviana

  • Hace unos días, el ex Presidente de la República, Ricardo Lagos, reiteró que si Bolivia pretende una salida soberana al mar por territorio chileno, debe conversar primero con Perú. Al respecto, el Dr. Fernando Estenssoro (IDEA), precisa que según el Tratado de 1929, cualquier territorio que Chile quiera ceder a Bolivia, al norte de Arica, requiere del consentimiento peruano. Hacia allá iban orientadas las tratativas del llamado Acuerdo de Charaña, acta suscrita entre los mandatarios Hugo Banzer y Augusto Pinochet, el 8 de febrero de 1975. 

 



El ex presidente de la República, Ricardo Lagos, sostuvo hace algunos días, que Perú es quien tiene la última palabra, en lo que refiere a una salida sobrera al mar para Bolivia por territorio Chileno.

Para el académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestro Plantel, Dr. Fernando Estenssoro, las palabras del ex mandatario tienen sentido, cuando se analiza el tema de la mediterraneidad boliviana desde una perspectiva histórica.

“Cuando Lagos insta a Morales a que hable con Perú porque ‘tiene la llave’, está diciendo que éste último tiene la solución”. Sin embargo, “la política histórica de Perú ha consistido en impedir, a toda costa, cualquier solución que signifique entregar territorio que fue peruano a Bolivia”, sostiene el investigador.

El tratado de 1929: la piedra de tope

El artículo primero del protocolo complementario del tratado de 1929, suscrito por Chile y Perú, indica taxativamente que “los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad al Tratado de esta misma fecha, quedan bajo sus respectivas soberanías”.

En ese sentido, el Dr. Estenssoro estima que tal disposición legal, ha hecho fracasar todos los intentos genuinos que desde nuestro país y Bolivia han surgido, para dar fin al problema marítimo.

Por ejemplo, el conocido Acuerdo de Charaña de 1975, negociación realizada por los mandatarios de Chile y Bolivia de ese entonces, Augusto Pinochet y Hugo Banzer, respectivamente, proponía la cesión de una franja de territorio chileno comprendida desde la línea de la concordia -o frontera con Perú- hasta el puerto de Arica.

Sin embargo, el gobierno peruano de la época, propuso que en esa zona los tres países compartieran la soberanía, lo que de plano puso fin a la iniciativa y, de paso, resquebrajó  las relaciones diplomáticas entre chilenos y bolivianos.

“La decisión peruana, hizo fracasar uno de los planes más avanzados para encontrar una solucionar a la demanda marítima de Bolivia”, afirma el investigador.

Para el especialista, si la conclusión definitiva al conflicto pasa por la cesión de territorio, tiene que ser inequívocamente por aquellos que antes pertenecieron a Perú, es decir las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá. Optar por el sector que fue boliviano -Antofagasta- sería “súper complejo porque dividiría nuestro país geográficamente”.

“Desde esa perspectiva, si lo lógico es darle a Bolivia una salida al Mar por esa zona, la conversación debe ser tripartita: Bolivia, Chile y Perú”, opina enfático el Dr. Estenssoro.

Lamentablemente, “esto se trata de voluntad política, y cuando se le ha querido dar una salida al mar Bolivia por el norte de Arica, Perú no lo ha permitido”, agrega.

“Si hubiera querido, hace mucho rato que estaría resuelto el problema. Siempre las propuestas se caen cuando llega el momento de conversar con Perú”, subraya.