No basta con más recursos para solucionar la falta de especialistas en Salud Pública

  • La formación mayoritaria de médicos en universidades privadas, que conmina a sus titulados a ejercer en el sector privado; las malas condiciones y carencia de incentivos a los facultativos para que trabajen en el sistema público y la falta de consciencia de la ciudadanía respecto de llevar una vida saludable, son algunos de los factores claves, que a juicio del director de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, configuran  un problema que va más allá de la inyección de recursos.

 




Según cifras del Ministerio de Salud, Minsal, el sistema de atención de salud pública requiere de casi 3.800 (tres mil ochocientos) médicos especialistas para hacer frente a la demanda nacional.

Al respecto, el presidente de la comisión de salud del Senado, Guido Girardi -en diciembre de 2014- afirmó que es necesario inyectar mil millones de dólares al presupuesto de salud, para comenzar a encontrar una salida a la fuerte ausencia de profesionales en el área.

Sin embargo, para el director de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, son de diversa índole los factores que explican la insuficiencia de médicos en el sector público. Por ejemplo, quienes obtienen su título en universidades privadas -afirma- se inclinan por desarrollar su carrera profesional, directamente en el mismo ámbito pero de la salud privada.

“La mayoría de los médicos que egresan de las distintas universidades chilenas, estudian en instituciones privadas, por lo que el perfil de egreso y las perspectivas del ámbito laboral tienen necesariamente que ver con donde se estudia”, reflexiona el Dr. Osorio.

Añade que “si se suma el número de vacantes de todas las universidades públicas, ésta es menor a la que egresa de las universidades privadas y trabajar en el sector privado”.

En esa línea agrega que “como Universidad de Santiago, podemos decir que el noventa por ciento de nuestros egresados van a ir a trabajar al sector público, pero es un número pequeño”.

Cree el académico, que los estudiantes recién titulados optan  por el sector privado, dado que supone mejores remuneraciones que ayudan a solventar, más rápido, la enorme carga que significa costear una carrera del área de la salud.

“Los jóvenes que egresan de las escuelas de medicina tienen como mochila a cuestas, los préstamos y las deudas apropósito de haber estudiado, la que repercute en que cuando salen de la universidad y buscan trabajo, van a donde les pagan mejor”, dice el Dr. Osorio.

El cuidado parte por casa

“En la medida que avanza la medicina, las personas creen que todos sus problemas tienen que ser resueltos por un especialista y, sin embargo, en realidad la gran mayoría pueden solucionarse en el nivel primario”, afirma el Dr. Osorio.

Según el experto, la atención primaria -en consultorios, Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU), etcétera- debiese focalizar el fuerte de las consultas, tomando en cuenta que en este tipo de instancias se detectan las patologías en su fase menos avanzada.

“Si en algún momento nos enfermamos, vamos a aquel lugar de menor complejidad, donde se pueden resolver la gran mayoría de los problemas que tenemos, y dejemos de forma especial la consulta al especialista”, argumenta.

Por lo tanto, agrega el académico, que si se está pensando en dar respuesta al grave problema que aqueja al sistema de salud chileno, “la solución debiera estar cerca del hogar de las personas, a través de un médico general que pueda resolver la gran mayoría de los temas”.

Asimismo, el galeno recomienda que más que confiar en especialistas, las personas deberían responsabilizarse por su salud a través de hábitos de vida saludable.

“Tenemos que hacer un fortalecimiento de algunas definiciones que son más macro; lo más importante debiera ser estar sanos, tratando de hacer ejercicio y sin fumar, porque así vamos a evitar la enfermedad”, enfatiza.

Falta de especialistas

Cuando se analiza el tema de las especialidades -explica el Dr. Osorio- el 48 por ciento de los médicos trabaja en el sector público, y el resto en el privado. Sin embargo, este último, no comprende más allá del 20 por ciento de la población nacional, por lo que más de la mitad de los médicos trabaja para ese pequeño porcentaje del país.

Para el académico, la falta de especialista se  explica porque “la formación de especialidades que ofrecen las universidades es en la medida de sus posibilidades. Para formar especialistas no solo se necesitan expertos para que impartan conocimiento, sino que también es prioritario resolver el tema de los campos clínicos”; es decir que la formación está en los mismos campos clínicos del pregrado, y por ende, hoy día hay una verdadera batalla por quien los ocupa.

En ese contexto, el director de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel cree que las universidades públicas deberían trabajar de forma coordinada con los hospitales, porque ambos responden a satisfacer las necesidades de los ciudadanos.

“Hay que hacer una alianza potente entre el sector público y las universidades, porque la ley, (18.575) Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, dice que ambas instituciones por su carácter público, debiesen trabajar coordinadamente y con tendencia al mismo fin, porque el objetivo último es atender lo público”, expone el Dr. Osorio.

Añade que “esto implica resolver de una buena vez la real cuantía y valía que tienen estas universidades, en la formación tanto del pre como el postgrado, y de esa manera empezar a resolver las falencias, pensando a largo plazo”.

Mejorar las condiciones laborales

 “En el último tiempo ha surgido mucho la idea del contrato a honorarios, dentro de la forma en que se cancela por las diferentes prestaciones que realzan los médicos, pero este es un contrato que no aporta estabilidad”, reflexiona el Dr. Osorio.

A juicio del académico, hay que perfeccionar la ley médica existente, o buscar un nuevo contrato médico que ofrezca mejores condiciones a los médicos, para que incentive su permanencia en el sistema público.

 Sin embargo, advierte, que la inyección de recursos -como algunos piensan- no necesariamente soluciona el problema.

 “Se cree que con recursos, desde el punto de vista de los honorarios, se soluciona el problema, pero tampoco ha dado solución a lo que hoy día tenemos”.

“Si seguimos agregando recursos, sólo para honorarios médicos, no vamos a resolver el problema, porque entramos en una lógica de mercado, y que solo vamos a lograr encarecer los honorarios”, concluye.

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