“La disciplina y la inteligencia jugaron un rol vital el 21 de Mayo de 1879”

Así lo sostiene el académico Lucio Cañete, quien lidera una investigación que en base a datos como el peso de las naves, la anatomía de los marinos y las condiciones meteorológicas de ese histórico día, intentan recrear la ergonomía, bioquímica y geografía del Combate Naval de Iquique.

“El estudio que estamos desarrollando en nuestra Universidad ha develado que la disciplina y la inteligencia jugaron un rol vital en aquel 21 de Mayo, convirtiéndolo en el episodio memorable que es”. Así resume el académico de la Facultad Tecnológica Lucio Cañete, los  resultados del proyecto “La Ergonomía de Nuestros Héroes”, investigación que pretende reconstituir cómo jóvenes chilenos  interactuaron exitosamente “con artefactos no armónicamente acoplables a sus intereses, en una geografía adversa”.
 
El objetivo de la iniciativa es recrear la ergonomía, biomecánica y geografía del Combate Naval de Iquique. Para ello, se ha recurrido a registros de la época respecto de la geometría, materiales y peso de las naves; la anatomía de los marinos y las condiciones meteorológicas y oceanográficas.

Estos datos, al ser integrados a simulaciones con apoyo computacional han arrojado resultados sorprendentes que explican las fallas de la artillería del Huáscar, que por más de dos horas no logró derribar a la Esmeralda.

Por ejemplo, que las eficaces operaciones realizadas desde la sala de máquinas en las que operaban ex estudiantes de la EAO, lograron que la Esmeralda realizará movimientos discretos que hicieron suponer equivocadamente al capitán de navío peruano, Miguel Grau, que la nave chilena estaba protegido por minas, obligando al Huáscar a localizarse a más de 560 metros de distancia.

A su vez, los ligeros desplazamientos de la nave nacional la convirtieran por sí sola en un blanco móvil, obligando a los cañones del Huáscar a oscilar en plano vertical “produciendo un efecto similar al que sufre una persona en una silla mecedora cuando quiere embocar papeles hacia un cesto de basura que está a su frente, a más de tres metros”, según precisa el académico Lucio Cañete, quien trabaja en este proyecto junto a sus colegas Carolina Marchant y Pablo López.

En este trabajo también se suma la colaboración de Marcelo Villalba, dueño del museo de la Guerra del Pacífico, quien ha sostenido en reiterada ocasiones que el Teniente 2º, Ignacio Serrano -uno de los seis ex alumnos de la EAO que murieron en el Combate- “es tan héroe como Prat”, aludiendo  al joven que por órdenes de su amigo Prat, tuvo la misión de dirigir los cañones de babor de la Esmeralda y que organizó la segunda arremetida al monitor enemigo. Herido de gravedad, fue llevado por la tripulación peruana a un camarote donde intentó causar un incendio rápidamente sofocado. Murió desangrado producto de las balas recibidas. En su epitafio se lee: “Este oficial murió al pie del torreón”.

Nuestro plantel rendirá homenaje este viernes (18), como cada año, a los seis Héroes de Iquique que estudiaron en la EAO. La actividad se desarrollará a las 11.30 horas, junto a la placa que recuerda su hazaña, frente al Aula Magna.