Investigación U. de Santiago apunta a mejorar calidad del agua a partir de nanopartículas

  • El proyecto liderado por el Dr. Nicolás Arancibia, tiene como desafío mejorar la calidad del agua de uso residencial en zonas rurales del país, extrayendo contaminantes que pueden resultar dañinos para la salud de la población. Se trabaja en un tipo de filtro para las llaves que retenga minerales altamente nocivos.


Uno de los contaminantes más peligrosos que suele encontrarse en el agua, especialmente en aquella extraída de pozos ubicados en localidades rurales, es el arsénico, elemento nocivo para la salud. Si la exposición a este contaminante es prolongada, se pueden producir diversos tipos de afecciones como cáncer, infertilidad y daño cerebral.

Teniendo en cuenta este problema, en la Facultad de Química y Biología de la Universidad (FQyB),  se está ejecutando el proyecto Fondef “Utilización de ferro-aluminosilicatos nanotubulares sintéticos para la remoción de elementos trazas y mejoramiento de la calidad del agua domiciliaria de consumo”, liderado por el Dr. Nicolás Arancibia, investigador asociado a la FQyB.

El proyecto surgió a raíz de la tesis doctoral de este investigador, quien durante su proceso de estudio sintetizó una nanopartícula similar a la que existe en los suelos volcánicos chilenos, “que presenta una capacidad significativa para secuestrar y retener contaminantes como el arsénico, fosfato y cobre”.

Según el especialista, la partícula obtenida a base de arcilla, presentó la capacidad de absorber el arsénico, con una capacidad cinco veces mejor que los productos usados en la actualidad, liderados por el Hierro Valencia Cero.

Una vez que su proyecto fue aceptado por parte del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), el Dr. Arancibia comenzó a trabajar con el ánimo de generar una solución para resolver eventos muy puntuales, como la contaminación en aguas rurales: “Hay que considerar que en muchas zonas de Chile y también en la Región Metropolitana, no existe agua potable, sino que se extrae agua de pozo que no tiene tratamiento alguno. A partir de esa problemática quisimos desarrollar nano partículas capaces de retener contaminantes”, explica el investigador.

El especialista puntualiza que la exposición prolongada a los residuos del agua, puede traer diversos problemas a la salud de las personas, debido a su bioacumulación en el organismo que no cuenta con mecanismos para eliminarlos, acumulándose en ciertos órganos. “Otros contaminantes como el cadmio puede llegar a reemplazar el calcio en los huesos y podría generar trastornos importantes en esta área”, precisa el Dr. Arancibia.

Con este trabajo buscará diseñar un tipo de filtro para las llaves, el cual permitirá a las personas mejorar la calidad del agua que consumen. Ello, a partir de la siguiente constatación: las nanopartículas se sintetizan, obteniéndose un aluminosilicato denominado imogolita, el cual al ser funcionalizado con un óxido de hierro, permite capturar elementos traza contaminantes.

“Si logramos estandarizar una producción de esta arcilla de manera industrial y diversificarlo, podríamos lograr un trabajo importante”, plantea el joven investigador, quien señala que a través del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología de nuestro plantel, ha podido colaborar con otras universidades, “pues hay que considerar que en Chile somos el único laboratorio que está trabajando en esto”.

Además de ayudar a la purificación del agua, el proyecto prentende, como etapa exploratoria, potenciar las propiedades físicas y químicas que tiene la imogolita, ya que según experiencias internacionales ésta puede ser utilizada en diversas tareas, como la generación de cremas naturales que contengan antioxidantes para evitar la aparición de arrugas y la reconstrucción de tejido.