Homenaje al Ballet Folklórico de nuestra Universidad por sus 50 años de aporte cultural

  • Estudiantes, profesores, académicos, funcionarios y autoridades de Plantel se darán cita el 26 de junio en el Aula Magna para rendir homenaje al Ballet Folklórico BAFUTE, que cumple medio siglo de intensa labor, desde su formación en 1965 al alero de la Universidad Técnica del Estado, UTE. Treinta músicos y bailarines realizarán una presentación especial para agradecer este saludo de nuestra Corporación, que organiza la Unidad de Vocación Artística y que cuenta con el apoyo de la Fundación de Egresados y Amigos, Fudea.

 




El 26 de junio será un día histórico para nuestro Plantel, porque con la presencia de más de 30 músicos y bailarines del Ballet Folklórico de la Universidad Técnica del Estado (BAFUTE), se celebrará a lo grande el medio siglo de esta tradicional agrupación universitaria.

La actividad, que pretende tributar y honrar este invaluable legado, es organizada por la Unidad de Vocación Artística del Plantel, con el apoyo de la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea), así como distintas áreas relacionadas.

El BAFUTE fue fundado en junio de 1965, siendo una de las agrupaciones de su  género más antigua del país. ‘Norte’, ‘Gañanes’, ‘Chiloé’ y ‘Huasos’ componían parte de su repertorio.

Casandra Araya fue una de las integrantes que llegó en noviembre de 1973 al grupo. En esa época, ensayaba en la Calle 18, en pleno centro de Santiago. Al igual que una treintena de compañeros, fue convocada a participar en este inédito regreso del elenco, que la tendrá como una de las protagonistas de la conmemoración de los 50 años de la agrupación.

Camaradería y amistad

Araya ingresó invitada por el director de la época, Miguel Sepúlveda, con quien compartió elenco en el Ballet Folklórico de Chile, Pucará. “Cuando él se hizo cargo de la dirección me invitó a participar”, señala.

A su juicio, Sepúlveda jugó un rol clave en la consolidación del grupo humano del cual formó parte, calificándolo como un personaje central de la mística e impronta del BAFUTE, moldeando al grupo en disciplina y profesionalismo. “Nos incentivó a ser buenas personas, solidarias y respetuosas. Gran parte de lo que nosotros fuimos se lo debemos a él. Fue muy profesional cuando fue bailarín y director, también”, enfatiza.

“Por ejemplo, se preocupaba que los varones se mostraran muy masculinos y que las mujeres se vieran delicadas. Nos enseñó a maquillarnos. Él tomaba en cuenta todos los detalles”, agrega.

Araya, quien se mantuvo en la agrupación hasta mediados de los ochenta, rememora con júbilo y nostalgia su paso por el ballet, desbordando una espontánea sonrisa en los contornos de su rostro.

“Fue un tiempo muy bonito, porque nosotros éramos todos jóvenes, universitarios la mayoría, y la verdad es que había un ambiente de mucha camaradería, de mucha amistad. No era sólo que bailáramos, sino que en realidad compartíamos nuestras vidas”, afirma.

De la plaza Garín al Psiquiátrico

Uno de los sellos del BAFUTE fue la heterogeneidad de los escenarios donde se presentaron. El Teatro Municipal, la Plaza Garín, el Estadio Chile e incluso Psiquiátrico de Santiago, fueron algunos de los recintos elegidos. “La del Psiquiátrico fue una de las más impactantes”, rememora Rosa Campos, quien también ingresó en 1973.

Pero no sólo realizaron presentaciones a lo largo del país, tanto en escenarios solemnes, como en villas, liceos o espacios comunitarios. Algunas de las salidas al extranjero más recordadas ocurrieron los años 1977 y 1978, época en que el grupo visitó Sao Paulo, Campinas, Río de Janeiro y Salvador de Bahía.

“Fue realmente maravilloso para quienes nos tocó la suerte de ir a esa gira”, señala Jorge Orellana, integrante del conjunto entre 1974 y 1983. Añade que, en esas expediciones, que se extendieron por varias semanas, se fortaleció no sólo la calidad artística de la agrupación, sino que también el grupo humano que lo conformaba.

Invitación a la comunidad

Desde mediados de marzo parte del elenco histórico, tanto músicos como bailarines, se encuentra ensayando todos los jueves después de sus respectivas jornadas laborales. Las expectativas son altas: realizar una presentación con los mismos estándares de la época. “Porque nosotros no venimos a hacer el ridículo o a dar pena”, recalca Orellana.

La actividad, a la que toda la comunidad universitaria está invitada, se realizará el 26 de junio a las 19 horas, en el Aula Magna de nuestra Universidad.

A modo de cierre, los entrevistados realizan un llamado a las nuevas generaciones de la Universidad, para que sigan empapándose con la magia de las disciplinas artísticas, entregándose de corazón y con pasión a su llamado.

“Porque cuando es universitario tiene un objetivo (académico), pero en la Universidad uno también se tiene que formar como persona”. Iniciativas vinculadas con la danza, el ballet y el arte en general, para Araya y sus compañeros, juegan un rol preponderante en esta dirección.