Comunidad universitaria destaca legado del arquitecto Fernando Castillo Velasco

  • El rector Juan Manuel Zolezzi, el director de la Escuela de Arquitectura, Aldo Hidalgo y la directora del Archivo de Documentación Gráfica y Audiovisual de la Universidad, Catalina Jara, valoraron el relevante aporte del fallecido arquitecto, expresado en obras como la Villa Portales, además de su larga trayectoria que le valió el apelativo de “hombre íntegro y sencillo”.


Este jueves (18), a la edad de 94 años, falleció el arquitecto Fernando Castillo Velasco, destacada figura en el ámbito de la arquitectura y política nacional, reconocido por su trabajo en obras de alto estándar comunitario como la Villa Portales, contigua a nuestro campus, y su participación en el equipo que diseñó la unidad universitaria de la Universidad Técnica del Estado - hoy Universidad de Santiago - compuesta por construcciones como la Rectoría, los pabellones y las facultades de Humanidades, Ingeniería y de Química y Biología, entre otras.

Castillo Velasco, además, se desempeñó como rector de la Pontificia Universidad Católica, intendente de la Región Metropolitana de Santiago y alcalde de la comuna de La Reina durante cuatro períodos. Muchos de sus cercanos han reconocido las características humanas y virtudes presentes en el arquitecto, las que siempre se evidenciaron en su obra.

En ese sentido, el rector Juan Manuel Zolezzi hizo llegar –a nombre de toda la comunidad universitaria- una nota de condolencias a la familia de Castillo Velasco, en la que se resalta el legado dejado a las actuales y futuras generaciones.

En la misiva se destaca, además, que el ejemplo del insigne arquitecto perdurará en la memoria del país como el de un hombre consecuente que mantuvo sus ideales hasta el fin de sus días.

En esa misma línea, el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago, Aldo Hidalgo, sostiene que “el perfil del arquitecto Castillo traspasa la mera disciplina arquitectónica”.

“Él representa una transición entre el arquitecto meramente técnico a uno con acción social fuerte. En ese sentido, Fernando Castillo Velasco interpreta los valores que buscamos promover en nuestra Escuela, el de un profesional que no se queda sólo con los aspectos disciplinarios sino que quiere ver cuáles son los efectos de sus propios proyectos y visiones de mundo en la realidad cotidiana”, sostiene Aldo Hidalgo.

El director de Arquitectura señala que “más allá de sus edificios”, el legado de Fernando Castillo Velasco, “es el de un arquitecto contemporáneo que no se quedó en su oficina y, por el contrario, salió a conocer los problemas de los vecinos y se puso a tono con las demandas sociales”.

Por su parte, la arquitecta y directora del Archivo de Documentación Gráfica y Audiovisual (DGA) de la Universidad de Santiago, Catalina Jara, investigó el proyecto arquitectónico de Castillo Velasco y su oficina de arquitectos B.V.C.H (Carlos Bresciani, Héctor Valdés, Fernando Castillo y Carlos Huidobro) en la Universidad y calificó sus aportes como “una importante innovación y un enorme desafío humano, arquitectónico y material”.

“Ese equipo realizó una apuesta moderna que nos permite, como Universidad, gozar hoy de un gran proyecto arquitectónico y urbanístico”, afirma Catalina Jara.

La investigadora explica que las obras de los arquitectos en la Universidad Técnica “fueron un proyecto global que disgrega el terreno y lo conecta a través de vías de circulación peatonal cubiertas. Fue una nueva apuesta en el diseño arquitectónico educacional, puesto que antes los edificios, por lo general, se construían como un solo volumen y en los distintos niveles se iban disponiendo las oficinas y salas, a diferencia de lo que ocurre en la Universidad de Santiago donde las instalaciones se extienden de manera horizontal”.

Catalina Jara coincide en que “claramente, la arquitectura de Castillo Velasco está marcada por su interés humano”.
 
“Algo que destaco de la unidad universitaria es que, por ejemplo, la medida de nuestros patios está totalmente en relación a la ocupación del espacio. Hoy, estas áreas son ocupadas por los estudiantes que hacen distintas actividades de estudio y sociales. Es decir, funcionan muy bien”, agrega.

Finalmente, la investigadora señala que al recibir la noticia de la muerte de Fernando Castillo, revisó el libro del arquitecto ‘Lecciones del tiempo vivido’, donde el autor afirma que, antes del campus San Joaquín de la UC, el de la Universidad Técnica fue el primer campus integral de la ciudad de Santiago.

“Y eso fue así, claramente –añade Catalina Jara -. Fue una apuesta distinta en términos de lo que se estaba haciendo en arquitectura educacional universitaria. Su obra fue una innovación que hasta nuestros días es estudiada en las escuelas de arquitectura de Chile”.