• A fines de la década del 50 comenzó la construcción del nuevo campus de la Universidad Técnica del Estado. El encargo constaba de tres premisas: economía de materiales, rapidez en la edificación y la proyección de una "imagen tecnológica". El resultado fue la obra que consolidó el movimiento arquitectónico moderno en nuestro país, y cuya historia recoge el Archivo de Documentación Gráfica y Audiovisual del plantel en una nueva producción audiovisual.

Entre 1957 y 1967, la oficina de los arquitectos Carlos Bresciani, Héctor Valdés, Fernando Castillo y Carlos García Huidobro (BVCH), proyectaron la "Unidad Universitaria", nombre con el que se conoció al conjunto de edificios que dieron forma e identidad al nuevo campus de la Universidad Técnica del Estado. Reconocida por especialistas como una de las obras que consolida la Arquitectura Moderna en nuestro país, la "Unidad Universitaria" es un proyecto que rompió con todos los esquemas clásicos que determinaban la arquitectura universitaria hasta esa fecha.

El encargo entregado a los arquitectos por parte de las autoridades universitarias, incluyó, desde su inicio,  la  necesidad  de  proyectar y  construir  una imagen  tecnológica  que  reflejara el carácter técnico de la Universidad. Con este pie forzado, BVCH optó por dos soluciones: “Una  relacionada a las decisiones de emplazamiento, donde se apuesta por una composición que desintegra el programa, pero se unifica a través de una red de circulaciones peatonales; y la segunda, con la creación de efectos espaciales, inherentes e inducidos, que están estrechamente enlazados a la definición material de los edificios -principalmente acero y cristal-  y a las relaciones que entre ellos se establecen”, escribe Catalina Jara, Magíster en Arquitectura y encargada del Archivo de Documentación Gráfica y Audiovisual (DGA), en su investigación Innovaciones Tecnológicas en la Construcción del Espacio Moderno: El Proyecto de BVCH para la Universidad Técnica del  Estado (1957-1967).

Pese a los cambios sufridos desde 1967 a la fecha -entre ellos el cierre perimetral del campus, el deterioro de algunas construcciones y las  modificaciones arbitrarias de sus edificios- la obra conserva muchas de sus cualidades y sigue siendo considerada como uno de los pilares de la arquitectura moderna chilena, como lo refleja la nueva producción audiovisual del DGA.

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