Alta convocatoria en exhibición y coloquio en torno al documental “El Diario de Agustín”

  • Película dirigida por Ignacio Agüero -que aborda la línea editorial de El Mercurio en los últimos 30 años- ha sido ampliamente difundida en diversos países de América Latina, no así en Chile, tema que fue debatido este jueves (20) por distintas personalidades en el Auditorio del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Casa de Estudios.


En la actividad, organizada por el Área de Extensión de la Facultad de Humanidades y el Instituto de Estudios Avanzados, participaron como panelistasel periodista y guionista del documental, Fernando Villagrán, el ex juez Juan Guzmán, la académica de la FAHU, historiadora Cristina Moyano,el presidente del Colegio de Periodistas de Chile, Marcelo Castillo, y el académico de IDEA, Felipe Cussen, como moderador.

Luego de de la exhibición del documental, se dio paso al debate. Fernando Villagrán resaltó que ya en su estreno en Buenos Aires, el 2008, surgió la primera paradoja en relación a lo que iba a pasar con la película en Chile,pues en dicha ocasión “tuvo una gran cobertura de prensa y una exhibición inmediata en la televisión pública de Argentina, en donde se ha dado posteriormente tres veces”. Villagrán enfatizó que por un convenio que se hizo con Ibermedia, el documental se ha visto prácticamente en todas las televisiones públicas de Latinoamérica, menos en Chile, en donde ha habido una sorda resistencia, “muy propia de la forma de actuar de El Mercurio para impedir que la película llegue a provocar todo el impacto que está destinada a conseguir por sus propios méritos”.Finalmente, concluyó que “de todas las presiones, la más significativa, creo yo, es la que tiene que ver con el caso de Televisión Nacional pues había un contrato desde el 2010 para que se exhibiera tres veces, entre mayo del 2010 a mayo del 2013 y nunca se exhibió".

El destacado abogado y ex juez,Juan Guzmán, habló desde un marco jurídico acerca de la participación de Agustín Edwards, especialmente durante la dictadura militar. Guzmán expuso en torno a preguntas, tales como "¿Implicó participación criminal la actuación de Agustín Edwards?", a lo que respondió “Edwards fue culpable, a veces como encubridor, a veces como cómplice”. Más adelante, agregó que efectivamente hubo muchos civiles en la categoría del dueño de El Mercurio, especialmente, “muchos ministros de Estado y también numerosos ministros de la Corte de Apelaciones que no cumplieron con la competencia que tienen los tribunales de justicia que es la del habeas corpus. Se rechazaron más de 10 mil recursos de proteccióny de estos recursos, mil 200 corresponden a personas que están desaparecidas hasta el día de hoy. En mi concepto, Agustín Edwards, así como muchos otros civiles debieron haber sido procesados por encubridores por lo menos y posiblemente como cómplices en estos delitos”.

Posteriormente, la académica de la Facultad de Humanidades, historiadora Cristina Moyano,calificó a El Mercurio como un “poder fáctico” que ha ejercido presión e influencia como tal en el país y que este diario, así como la prensa en su conjunto, participan del ejercicio del “poder simbólico”, que es el poder de hacer ver y hacer creer, de confirmar o de transformar la visión del mundo, por lo tanto el mundo. Aseveró la historiadora que El Mercurio jugó un papel clave durante la Unidad Popular, “tanto en la articulación de un referente creíble e influyente de la oposición, instigando permanentemente al gobierno con columnas, notas editoriales y noticias que presentaban a un Chile al  borde del abismo institucional, así como desde la intervención directa, actuando como soporte de la CIA para desestabilizar directamente el gobierno democrático de Salvador Allende”. Pese a ello, recalcó Cristina Moyano, “pese a su color político declarado, pese a sus intereses develados, la elite política aspira a aparecer en sus páginas, demostrando con ello la importancia del poder simbólico que sustenta”.

Finalmente, la historiadora aseveró que El Mercurio, de manera mucho más significativa que otros diarios de la época “contribuyó ‘a la destrucción moral de los adversarios’ y con ello socializó la lógica del enfrentamiento como forma de disputar los órdenes sociales,  minando la confianza ciudadana en las instituciones y en sus representantes, colaborando por tanto, al quiebre de la Democracia en Chile”.

Por su parte, el presidente del Colegio de Periodistas de Chile, Marcelo Castillo, se enfocó en la "ley del silencio", pues señaló que “en el caso de este documental lo que se ha hecho es aplicar esta ley del silencio que venimos sufriendo todos los chilenos y esa es la gran paradoja, pues pese a que todos la sufrimos, el nivel de reacción frente a ella es relativamente bajo”.  Agregó luego que TV Nacional no está respondiendo a su misión cuando evita el debate de temas de interés nacional. Hay una deuda importante que no está saldada de parte de TV Nacional y es “fundamental que el documental se dé en TVN porque eso es lo que va a generar un juicio público del papel de los medios de comunicación como cómplices de los crímenes de lesa humanidad”.

Más tarde, subrayó que el gran valor que tiene el documental es que demuestra claramente que la empresa El Mercurio fue parte de montaje y entonces hay una responsabilidad que tiene que ser denunciada y en lo posible perseguida. En este campo, no ha habido justicia, concluyó. Agregó, finalmente, que “lo que aquí se necesita no es un cambio cosmético, como Colegio estamos tratando de promover políticas públicas que cambien las características de la comunicación social en Chile”.

Después de estas intervenciones, se dio paso a un diálogo con el público, en el que quedó de manifiesto el interés que producen estas investigaciones sobre hechos recientes de nuestra historia y el modo en que todavía actúa la censura.